El mundo va a prisa, los días cada vez son más cortos, las horas vuelan y los sueños se alejan un poco más.
Alguien
dijo hoy, "El país en crisis y la gente preocupada por por tonterías
como protagonistas de novela" acertado comentario. Yo diría, el mundo
esta al borde del colapso y aún hay gente que llora por que no va a ver a
Beyonce o por que no compró los zapatos en rebaja.
Por estos días el pensamiento de madre es el que invade mi cabeza.
El mundo patas arriba, la rabia, el egoísmo, la indiferencia y tantos
sentimientos dañinos son los que llenan los corazones de muchos. El
verde y el azul de la naturaleza se esfuma, se borra y lo ignoramos.
¿Qué carajos va a ver mi niña en unos años?
Soy de las que
cree firmemente en la protesta, en pelear por defender los derechos,
soy de las que grita con una pancarta en la mano cada vez que puedo y en
mi guardo la esperanza de que la gente entienda que si realmente nos
unimos y nos hacemos sentir por fin nos escucharan. Soy de las que
soporta las burlas de conocidos y el comentario de " tu eres una
defensora de causas perdidas"
Tomas de: https://www.facebook.com/pages/Los-Emputados/1396939193853025?fref=ts |
A diario mi familia y yo procuramos hacer todo para que mi hija
este bien y no le falte lo necesario, pero, más adelante, cuando salga
al mundo ¿qué? Sueño con que tenga oportunidades, que pueda volar,
conocer, vivir, respirar naturaleza, y aprender; pero este mundo que veo
ahora me duerme las ilusiones.
Luchar, gritar, pelear, defender ideales, es necesario y es quizá la
única herramienta que tenemos, por que ya ni como derecho nos lo valen.
He visto caer a miles que intentan pelear por sus ideas y tristemente
otros más viven con la zozobra de no saber que pasará con sus vidas por
mantenerse firme en la lucha.
No somos hippies, terroristas, guerrilleros, alborotadores, ni
ninguno de esos calificativos y si nos creen locos por pretender un
mundo mejor, pues sì, somos orgullosamente locos. Simplemente no
somos indiferentes y lo gritamos, expresamos ideas, rabia, dolor y
repudio sin miedos solo con la esperanza de ver un cambio que valga la
pena, esperando ser escuchados, guardando ilusiones y con la firme
convicción de que las ideas merecen pelearse cuando son buenas, vale la
pena luchar por ellas para por fin dejar algo mas que un mundo pobre de
espíritu, donde la maldad y la falta de compasión parece una epidemia,
un mundo mejor para quienes vienen detrás.
YIMARA HERNÁNDEZ V. La puedes seguir en Twitter @yimarahernandez