"Por que como mujeres brillamos ante el mundo pero, solo nosotras sabemos que se esconde detrás de ese resplandor"

jueves, 6 de junio de 2013

UNA PIERNA TRAVIESA


¡Necesito un carcacho, una moto, una bici con motor; alguna opción de medio de transporte que no sea Transmilenio!

He llegado a tener una confusión de sentimientos con Trasmilenio, por un lado siento amarlo por su rapidez; una mujer incumplida como por naturaleza lo soy, necesita de un medio de transporte para reducir la llegada tarde de una hora a media cuando la economía no da para taxi. A demás que he desarrollado una fobia absurda por los buses de servicio público, las pocas veces que me he subido a uno desde que conocí trasmi, me ataca la zozobra, el miedo, la angustia y un extraño delirio de persecución.

Pero por otro lado Transmilenio logra colmar mi paciencia hasta el límite, supongo que como a la mayoría de usuarios frecuentes, con el plus de que a mí me ha pasado cada cosa, que ya hasta normal me parece. Me he caído, me intentaron robar la sombrilla y corrí tras el "peladito" hasta que la recuperé; mis nalgas han sido "tanteadas" un par de veces, una puerta me espicho el pie y he sacado a relucir mi más oscuro vocabulario con más de uno que quiere dársela de vivo. Pero la peor de todas fue el elegantísimo señor que ha probado mi puño por cuenta de su traviesa pierna.

Fue una complicada mañana de lunes, el peor día de la semana para muchos; a empujones entré en un bus en el que era imposible no estar tan pegado al del lado que sentía su respiración y percibía su aliento (horror), frente a mí, un "tipejo" mucho más alto que yo (quién no lo es), que disimulado se me acercaba cada vez más aprovechando cada frenada.

Empecé de pronto a sentir una pierna entre las mías, lento de lado a lado, miré fijo al tipo, e intenté inútilmente moverme, pero él se también se movió; de una manera muy amable le dije – ¡se va a acomodar o qué! Él puso cara burlona y obviamente no se movió ni un milímetro. Volví a sentir esa pierna entre las mías, la rabia me invadió, espichada, con un idiota que estaba casi violando con la pierna; mi brazo derecho apenas lograba alcanzar la varilla con la punta de los dedos; lo miré a los ojos nuevamente como si quisiera ahorcarlo, baje mi brazo y con toda la fuerza que mi rabia me daba, empuñe mi mano y la puse justo en su pecho (no alcanzaba la cara) Sentí mi anillo gigante golpear fuerte y un descanso en mi alma cuando él tipo se encogió de hombros. ¡Muy arrecho! Le dije con voz fuerte; miro a los lados, el bus abrió sus puertas y aquel hombre desapareció entre la gente.

Podrán imaginarse la cara de los que estaban allí; escuche risas, algunos hombres me miraban como si estuviera loca, las señoras susurraban y algunas mujeres me miraban con cara de aprobación.

Es increíble, allí pasa de todo, allí se ve lo que menos  imaginamos, la gente se transforma y saca lo peor de sí, es como "la ley del más fuerte", cómo instinto de supervivencia y a nosotras como mujeres nos toca demostrar una vez más que de sexo débil no tenemos ni la mirada.


Por: Yimara Hernández 

3 comentarios:

  1. Pues déjame decirte que el acoso ya no sólo es a la mujer, hace algún tiempo me iba a bajar del tranmilleno y un corrillo de chicas de colegio me hicieron pasar la vergueza de mi vida, ya que estaba rodeando la puerta y al momento de bajarme una de ellas me "tantio" el trasero, mi reacción fue pensar que me iban a robar la billetera y me gire de frente hacia ella, al momento que lo hice sentí otra mano manoseandome, por tal motivo me volví a girar y lo hicieron sucesivamente cada una de las niñas, cálculo como 6, lo triste de la historia fue que no me dejaron ni el telefono, :(

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  2. Que historia tan desagradable, de verdad pienso en tantas mujeres que se quedan calladas por vergüenza O POR NO GENERAR COMENTARIOS TONTOS, ABSURDOS Y BURLONES COMO EL DE JULIANCHO y me da pavor aceptar la realidad en que vivimos. Mientras esto pasa nuestros gobernantes y estúpidos padres de la patria se despellejan prometiendo aquello que no tienen intenciones de cumplir. Lo siento mucho por tu experiencia, y que tristeza no encontrar una solución..

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  3. Buena Noche, Me alegro tristemente por decirlo asi" al ver, que hay mujeres que son capaces de alzar la voz o su puño como en tu caso, para no dejarse de esa clase de personajes que desafortunadamente existen mas y mas en todo Bogota, es mas en todo lado, desde hace poco con este despertar de denuncias, he sentido un absurdo miedo, al salir a la calle, al montarme un bus, aunque a mi no me ha pasado en un bus, si en la calle cuando un viejo absurdo en una bicicleta, decidio cojerme, casi empujandome..! mil veces maldito!!... pero amigas tristemente es la sociedad y los medios que hacen ver la mujer ....como un objeto sexual...lastimosamente en esta sociedad solo hay una solucion momentanea mientras haya una camara denunciando nada mas...!! que tristeza...pero fuerza para combatir estos sinverguenzas..!

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